La llamada

FUENTE http://www.uncursodemilagros.com.es

Observa todo lo que hay a tu alrededor. Detente por un momento y mira el mundo en el que crees vivir. Desde que llegaste, has estado aceptando como un hecho que todo lo que ves, todo lo que piensas y todo lo que vives, es real. Tal vez en alguna ocasión, por un leve instante has hecho un alto en el camino, y sin saber muy bien por qué, has sentido que todo esto era sólo un sueño, algo que carecía totalmente de cordura, de realidad y de sentido. En ese instante te has preguntado “¿qué hago aquí?”, “¿quién soy?”, “¿cuál es el sentido de todo esto que estoy viviendo?”.
En ese instante, en ese momento en el que la Realidad se abre paso en el mundo de la ilusión, el Cielo contiene la respiración con la esperanza de que hayas escuchado Su Llamada a retornar al Hogar. Pero otra voz, una voz a la que has decidido escuchar y nombrar tu guía en este mundo, te reclama de nuevo, y con gran astucia te pide que mires en otra dirección, una dirección que señala lo que está más allá de la luz, en las penumbras de tu mente.
Todos los que vienen a este mundo han sido llamados, pero muy pocos han decidido escuchar. Todos han sido llamados a despertar de este sueño al que llaman “realidad”. Quienes ya han despertado, siguen llamando a sus hermanos a través de todos los medios disponibles. Ésos a quienes llaman maestros, quienes se han dado cuenta de que venir a este mundo significa caer en un profundo sueño, siguen esperando, no con impaciencia, sino con Amor, a que el resto de sus hermanos despierte, para poder disfrutar del descanso, de la dicha y de la paz que supone recordar la Identidad Divina que realmente somos.
Hay un Maestro en especial cuyo papel fue trascendental para allanar el camino que muchos han recorrido, y que todos los demás recorrerán cuando decidan saber quiénes son y cuál es su verdadero Hogar. El Maestro Jesús de Nazareth mostró con su vida que la verdadera Identidad Divina está más allá de cualquier ilusión a la que tanta credibilidad se le da en este mundo. En esta demostración, fue más allá incluso de la ilusión que más fuertemente arraigada está en la superstición humana, la muerte, enseñando así que no hay nada que una mente al servicio del espíritu no pueda hacer.
Todos los milagros que este Maestro hizo en su vida en la tierra obedecían a una total entrega de su mente al poder ilimitado del Amor, que reestructura y unifica el estado lamentable al que se ha llevado a la mente a través de pensamientos distorsionados e irreales.
Es a mediados de los años sesenta cuando este Maestro se pone en contacto con Helen Schucman, catedrática de psicología médica de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Este contacto tuvo lugar por canalización, un sistema de transmisión de pensamiento o dictado interno consciente que puede ser interrumpido en cualquier momento de forma voluntaria. Comenzó con las palabras: “Este es un curso de milagros. Por favor, toma nota.”
Este proceso duró varios años, y dio como resultado todo un método de entrenamiento mental llamado “Un Curso de Milagros”. Son muchos los autores que han utilizado este método dictado por el Maestro Jesús en sus vidas, y que después lo han transmitido en forma algo más accesible al resto del mundo. Entre ellos se encuentran sanadores como Deepak Chopra (El Sendero del Mago, Las Siete Leyes Espirituales del Éxito, Sincrodestino), Louise L. Hay (Usted Puede Sanar Su Vida, El Poder Está Dentro De Ti), Marianne Williamson (Volver Al Amor) Gerard Jampolski (De La Oscuridad a La Luz).
La razón por la que estos y otros autores han aligerado la información que aparece en “Un Curso de Milagros” es sencillamente porque los conceptos son tan elevados, la enseñanza tan profunda, que no siempre son accesibles a una mente no entrenada con ese tipo de frecuencias de pensamiento.
Este entrenamiento mental dura un año. Tal vez no seas totalmente consciente de la importancia de los pensamientos que aceptas en tu mente, pero eso únicamente significa que no conoces cuál es el poder creador que tiene, el cual es ilimitado. Todo cuanto vives, la manera en que ves las cosas, la forma en la que te relacionas con todos y con todo, incluyéndote a ti mismo, es sencillamente el efecto de tus creencias. Éste es un curso de inversión del pensamiento, de reprogramación mental hasta los propios cimientos de la mente.
La mente sólo puede ponerse al servicio del espíritu una vez que su condición es un fiel reflejo de la luz que mora en él. Una vez que la mente ha hecho esto, puede expresar todo el poder creador que le ha sido otorgado. Lo que una mente unificada puede hacer es, por lo tanto, ilimitado. Esa es la manera en la que el Maestro Jesús obró milagros, y es la manera en la que toda mente puede actuar una vez que se ha eliminado de ella todo pensamiento de limitación, tales como juicios, culpa, inseguridad, temor, frustración o apego.
La experiencia que ofrece “Un Curso de Milagros” se encuentra más allá de lo que las palabras pueden expresar, ya que las palabras se utilizan para explicar conceptos que generalmente provienen de la información que los sentidos físicos pueden aportar. Cuando la experiencia va más allá de lo físico, para adentrarse en las vastas regiones del espíritu y de la luz, las palabras carecen de sentido. Aún así, es a través de las palabras como se llevará a la mente más allá de ellas. La verdad únicamente puede ser reconocida. Si reconoces en estas palabras esa verdad, este curso es para ti. Éste es tu camino.
Para facilitar la comprensión y el estudio de este curso, se han creado grupos de estudio que se reúnen con la finalidad de realizar un estudio profundo del curso, aclarar dudas, intercambiar experiencias y realizar una retroalimentación entre sus miembros, de forma que se intensifique el avance y se acelere el redespertar que este curso ofrece, así como llevar a cabo una supervisión y orientación con respecto a todos los procesos de cambio que se van presentando a lo largo de él, y que se refleja claramente en la experiencia cotidiana de quienes han decidido dejar atrás el mundo de las ilusiones definitivamente, para adentrarse de nuevo en la Realidad que espera el despertar de los Hijos de Dios.
En este camino no hay lugar para la ambigüedad. No hay término medio entre la verdad y la mentira, entre Dios o el ego, entre el Cielo o el infierno. Como el curso promulga “este curso o bien se creerá enteramente o bien no se creerá en absoluto. Pues es completamente cierto o completamente falso, y no puede ser creído sólo parcialmente. Y tú te escaparás enteramente del sufrimiento o no te escaparás en absoluto. La razón te dirá que no hay un lugar intermedio donde te puedas detener indeciso, esperando a elegir entre la felicidad del Cielo o el sufrimiento del infierno. Hasta que no elijas el Cielo, estarás en el infierno y abatido por el sufrimiento”.
El infierno no es otra cosa que el conflicto que existe en tu propia mente, y que proyectas sobre el mundo que ves. Pero no es posible ver en el mundo sino tus propios pensamientos reflejados en él.
Detente ahora nuevamente por un instante, y trata de escuchar esa Voz que proviene de la verdad en ti, y que en tantas otras ocasiones has acallado por miedo a que te exigiera algún tipo de sacrificio. Dios sólo da, nunca quita. Y lo que tiene preparado para ti es mucho más de lo que tú jamás podrías darte a ti mismo.

Esta es una nueva llamada para escapar del infierno. Una llamada inmemorial que sigue realizándose a todos los Hijos de Dios que vagan por este mundo, en espera de ser contestada.


Andrés

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